domingo, 30 de octubre de 2011

No, no quiero que me des la luna.

Adictivo. Esa es la palabra: adictivo. Sé que soy tu esclava, que me tienes atada, que haces conmigo lo que te da la real gana.   Aunque sé que en el fondo me quieres, esto se te acaba nene. No voy a ser más tuya, voy a vivir mi vida y aunque el corazón se me parta por la mitad llegará un día que dejaré de sentir esto por ti. Se me olvidaran los buenos ratos que pasamos juntos. Y en ese momento, tú, para joder todas las leyes del universo, para desestabilizar mi perfecta vida, vendrás de rodillas pidiéndome perdón e intentando volver a atraparme entre tus redes. Pues ¿sabes qué?. Esta vez no, lo tuyo no tiene perdón, nunca supiste lo que tenías hasta que lo perdiste. Hasta nunca, amor :).  

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