sábado, 29 de octubre de 2011

El jardín de mis recuerdos.

Cuando era pequeña, cuando era la hora de dormir, si sobrepasaban las 12 me imaginaba una bruja al lado de mi cama, asustándome y diciéndome que había sido mala. Recuerdo que siempre intentaba irme a dormir antes de esa hora, para no encontrarme con aquella bruja mala que quería hacerme daño y asustarme. Llevaba una berruga enorme en la nariz, era feísima y tenia un gorro en forma de punta y una escoba con la que salía volando cuando venía mi madre. Mi madre siempre me dijo lo mismo: ''Las brujas no existen, son producto de tu imaginación, ahora duérmete''- y me daba un beso de buenas noches. Pues querida mamá, ahora que tengo algo de experiencia en esta vida te corregiré: ''Las brujas sí que existen, pero no son como las pintan en los cuentos. Algunas son más guapas que nosotras y no llevan ni gorro ni escoba, ni intentan asustarnos, pasan a la acción directamente: nos joden la vida de la forma más horrible que pueden''. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario